De acuerdo con la importancia que tienen para la empresa –y en función de parámetros económicos–, podemos clasificar a los clientes en tres grupos claramente diferenciados: los escasamente relevantes,
los medianamente relevantes y los altamente relevantes.
Los clientes ‘no deseados’ pertenecen a la primera de estas categorías. Por lo que podremos intentar reciclarlos hacia los grupos superiores o, directamente, deshacernos de ellos por ser manifiestamente irrecuperables.A continuación, ofrecemos unas normas de actuación para conocer cómo son estas personas y cuáles son las técnicas más adecuadas para tratarlos:
— Leer en www.emprendedores.es/gestion/clientes-poco-rentables-rechazar