Las llamadas tarjetas de fidelización se han consolidado como una herramienta de fidelización y los clientes se han acostumbrado a emplearlas.
Podemos definir tres tipos de tarjestas
- las que aplican descuentos directos
- las que aplican descuento por uso (1 servicio/producto por la compra consecutiva de n productos)
- las que permiten acumular puntos canjeables con regalos.
Muchos pequeños comercios optan por la opción 2, imprimir tarjetas que entregan a sus clientes después de la primera compran, van sellando por cada compra hasta completarla y aplicar entonces el regalo.
Por supuesto estas tarjetas cumplen su función y los clientes han aprendido a sacarle provecho (ejemplo la rajeta del caprabo) pero es evidente que no son suficientes para retener y fidalizar a un cliente.
¿Que gana el cliente?
De entrada el cliente utilizará la tarjeta si lo que obtiene a cambio es atractivo. Evidentemente si yo voy al peluquero un vez cada 15 días, gasto en cada visita unos 20€ y cada vez que voy me sella la tarjeta de fidelización y al cabo de 10 visitas (5 meses) me regala un servicio valorado en 20€ podré ahorrarme al año unos 40€ habiendo pagado el peluquero unos 480€ tendré un descuento al año de aproximadamente un 4%. Si el servicio no es particularmente interesante, si es incomodo aparcar, si cada vez que voy al establecimiento me atiende un peluquero distinto, y un largo etcetera, a lo mejor no me compensa la tarjeta de fidelización.
Éxito o fracaso
Y precisamente es en estas situaciones cuando las tarjetas de fidelización falla, cuando «la recompensa no compensa» el esfuerzo del cliente o el cliente no le ve ningún beneficio añadido.
Posiblemente basar la tarjeta de fidelización unicamente en un descuento es uno de los errores principales.
Seria oportuno, o yo soy partidario, de que el cliente con tarjeta perciba que es tratado de forma diferente, que es un VIP, y por ello tiene un trato especial.
Si queremos que el cliente decida hacerse una tarjeta de fidelización tenemos que saber vender muy bien los beneficios que obtendrá a la hora de poseer nuestra tarjeta.
Otro cosa que me llama la atención, y es un motivo más de fracaso, es la falta de pro actividad de muchos establecimientos que ofrecen tarjetas a clientes, estos clientes las aceptan, y después de meses sin empleara no reciben ningún estimulo por parte del establecimiento para que motiven el cliente a pasarse por la tienda, acabado esta tarjetas en los cajones o en las papeleras.
¿Como aprovechar la tarjeta para vender mas?
La tarjeta ademas hay que aprovecharla para segmentar la clientela y aprender de ella para anticiparse a sus necesidades y decisiones de compra. Explorar a fondo los hábitos de compra de cada grupo de clientes, impulsar la venta cruzada.
Pro ello me llama la atención aquellos establecimientos que tiene tarjetas de fidelización y solo piden la tarjeta a la hora de pagar y no antes de empezar a atender.
Casos de éxitos
El club imaginarium, que roza el millón de socios, ofrece una serie de ventajas reales que parecen responder a las necesidades de sus clientes:
- Descuentos permanentes de entre el 5 y el 10%
- Promociones estacionales para socios
- Envío en primicia de dos catálogos al año
- Un boletín electrónico de novedades quincenal
- Un bono descuento para utilizar durante las compras navideñas
- Un obsequio especial por el cumpleaños de tus hijos
- Regalos en tienda por compras de determinado valor
- Sorteos por contestar a encuestas…
La Ikea Family permite a ikea hacer un seguimiento de los socios y establecer policias que atraigan a sus clientes a los centros
Ofrece:
- Descuentos
- Eventos
- Newsletters
- Seminarios y talleres
- Café gratis
Algunas claves a tener en cuenta
- Diseñar un plan cliente
- Definir objetivos
- Construir los beneficios
- Almacenar la información
- Analizar la información
- Medir resultados
- Desarrollar acciones y eventos
- Reconocer al cliente cada vez que entra en el establecimiento
- Reafirmar al cliente de que val la pena usar la tarjeta
- Plan de post-ventas de la tarjeta
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